EXPOSICIÓN Nº1 — LILIPUT
“Liliput” es una obra del artista Isabel Gómez expuesta el 7 de septiembre en la sala de arcos, donde se presentan diversos cuadros pintados al óleo, spray y esmalte.
Se tratan de distintos cuadros y obras, que representan la vida actual desde un simbolismo fantástico, aventurero y problemático, con un final marcado por la liberación de una vida de opresión y dificultades.
Isabel combina en un mismo viaje, la injusticia, la vida actual y el sufrimiento en una gran diversidad de cuadros, inspirados en la famosa novela “Los viajes de Gulliver” escrita por Jonathan Swift en 1726. En este caso tenemos como protagonista a la misma pintora, quien se representa a si misma, al mismo tiempo que representa a su propia hija. Esta, a diferencia de la novela original, es quien protagoniza la historia, llevando a cabo toda la acción.
En estas obras la autora, hace una representación de su vida, en distintas etapas, donde tuvo que tomar las riendas y resolver todo tipo de peripecias y dificultades.
La primera obra de la exposición, es la misma que da comienzo a esta, una introducción de la aventura y una representación perfecta del vestido de la protagonista. Se trata específicamente de un vestido de época, podríamos estar hablando de un vestido a la francesa propio del siglo XVIII. Observamos un color verde oliva con un estampado de flores que se funden en el vestido y una especie de encaje rococó por todo el pecho, cuello y mangas. El vestido se encuentra en suspensión, por encima de un ventilador, ayudando a este a darle una sensación de movimiento y vida.
Después la obra continua en un conjunto de tres grandes cuadros, donde sale representada la protagonista vestida con el traje descrito anteriormente. Esta se encuentra en tres localizaciones distintas, realizando diferentes acciones.
Por un lado, el primer cuadro que se observa en la parte izquierda, es un cuadro con un fondo blanco, donde el vestido queda prácticamente oscuro y donde casi no se puede apreciar el color verde oliva. La protagonista se encuentra tocando lo que podría definirse como la isla de Liliput, haciendo referencia al momento en el que Gulliver en la novela, aparece tras la tormenta en la isla.
En el segundo cuadro, podemos observar una fusión de azules que se mezclan con el agua. Aparece la protagonista pasando por una especie de lago, y topándose con plantas donde se hacen presente los colores verde y marrón. Esta escena representa el momento en el que la protagonista llega a la isla, que simboliza la aventura, la vida y el tiempo.
En el tercer cuadro, podemos observar a la protagonista de rodillas, agachada y con las manos apoyadas en el suelo. En este cuadro se hace presente el color verde del vestido, pero de manera mucho más clara. Aparecen los ciudadanos de la isla de “Liliput” propia de la novela, los cuales están pasando de un lado a otro, utilizando a la protagonista como puente. También aparece una ola del mar que abarca gran parte del cuadro, donde se mezclan colores como blancos y azules. Esta escena representa la ayuda que presta Gulliver a los ciudadanos para poder derrotar a los enemigos de la otra isla. Simboliza la unión, la conexión y la resistencia.
Después la exposición continua con una obra donde sale la protagonista apoyada de espaldas a una almohada de color blanco, donde se observa a si misma en una especie de cuadro, donde se observa un espacio vacío. Este espacio vacío es su perfil. En el fondo podemos observar en el cielo colores claros, como azules turquesa y cian. También observamos un suelo color marrón claro donde se encuentran las figuras de los ciudadanos en miniatura.
El cuadro que sigue, se trata de un cuadro con un fondo oscuro, donde sale representada la protagonista con los brazos en suspensión y de rodillas. También aparece en sus rodillas, un perro diminuto sentado. Los colores que observamos, son muy vivos y aparece un fuerte contraste entre estos y el fondo oscuro. El vestido se ha vuelto más azul, prácticamente turquesa, y encontramos diferentes pinceladas redondas, de color amarillo, blanco y rojo. Esta obra simboliza la sumisión, la opresión.
En el siguiente cuadro, la protagonista aparece de pie, sujetando una silla con la cabeza y mano, y donde aparecen representados cuatro cuervos de colores negros que se mueven por todo el cuadro. El fondo es blanco, con lineas y contornos negros dando lugar a una especie de montaña. El vestido de la protagonista, esta vez se representa de manera oscura. También podemos observar una especie de palacio debajo del vestido, que representa la escena donde Gulliver, orina dentro del palacio ya que el palacio de la reina se está prendiendo fuego. La protagonista aparece con el vestido levantado, ya que se encuentra orinando para apagar el fuego. Los colores amarillos y verdes, representan tanto la orina como las llamas del palacio.
Después continua un cuadro donde sale representada de nuevo la protagonista con el vestido, pero con tonos completamente oscuros. El fondo es una mezcla de colores, donde las pinceladas se han realizado en linea y donde aparecen los ciudadanos corriendo y huyendo. La protagonista es representada con cara de enfado y rabia, al mismo tiempo que se va quitando el vestido. Esta escena simboliza la liberación, la libertad, los episodios de la vida de la autora, unidos a la historia de Gulliver.
En el cuadro que va a continuación, podemos observar que es un cuadro redondo, donde el fondo se trata de un cielo de colores azules claros y blancos. También aparecen representadas las nubes con colores blancos y grises. En el podemos observar diversas lineas con punta en el final, que representan las flechas durante la guerra vivida en la novela. Este cuadro simboliza esa escena de lucha entre distintos pueblos, donde está involucrada la protagonista, al igual que lo estaba Gulliver en la novela.
Finalizando, se encuentra uno de los últimos cuadros, donde aparecen dos niños pequeños y una tabla con una cuerda encima. Todo el cuadro esta prácticamente pintado en colores blancos y claros, donde la tabla hace un gran contraste con sus colores oscuros, como negros y marrones.
Esta escena representa la tabla donde Gulliver se agarra durante la novela, donde la misma protagonista, realiza la misma acción.
La siguiente obra, es un conjunto de 14 pinturas que simbolizan la lucha final de los liliputienses. Las figuras aparecen pintadas en colores negros y oscuros, y también aparecen colores como el rojo y naranja, simbolizando la sangre y los resultados de dicha lucha.
Finalmente, la última obra, es la obra titulada “No”, obra que da por finalizada la exposición y que representa un nuevo renacer, donde se da fin a la historia, al mismo tiempo que se renace, que se revive, y donde se mira a todos los hechos como algo pasado.
En definitiva la exposición y las obras son una clara síntesis entre la novela de Gulliver y la vida de la protagonista y autora. Toda la aventura, desde el comienzo hasta el final, simboliza el paso de la vida, las peripecias y dificultades encontradas en el camino, hasta ese proceso de renacer, de superación personal. Tanto los colores, como las pinceladas, representan situaciones problemáticas e intensas, donde los contrastes se dejan notar y donde los fondos dan sensación de libertad.
La obra de Isabel Gómez es una extraordinaria representación de la sociedad actual, de la mujer y su lucha continua en un mundo que la oprime y le presenta, cada día diversas dificultades.
Trabajo realizado por Dylan Arbol Avilés.
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